sábado, 15 de enero de 2011

Miguel era argentino, estemos orgullosos

"Soy todos tus olvidos y de todos tus olvidos aparece mi alimento". Así, de la voz personal de Miguel Angel Peralta más conocido como Miguel Abuelo comienza el documental Buen día, día de Cucho Constantino y Eduardo Pinto que abarca la vida y obra de este icono del rock nacional. Tomaron a su hijo Gato Azul como el personaje principal que iba en busca de quién fue su padre, más allá de ese rol paterno que vivió, ansiaba saber por qué fue tan admirado a nivel musical. Constantino y Pinto encontraron en Gato Azul ese aliado que necesitaban para esta producción porque actuó naturalmente y atrapó al espectador. Casi la totalidad del film es relatada por el propio músico, se evidencia un exhaustivo y agotador trabajo de archivo que les dio un resultado inigualable. No sólo se nota allí el trabajo arduo sino también a la hora de incluir testimonios fueron directo a las fuentes, a sus ex compañeros de banda como Gustavo Bazterrica, Cachorro López, Andrés Calamaro, Daniel Melingo, Marcelo Chocolate Fogo y Kubero Díaz. A su vez, incluyen la voz del periodista y poeta Pipo Lernoud, alguien importantisimo en la vida de artista. El mismo Miguel describe en el documental como fue que surgieron Los Abuelos de la nada cuando acompañó a Lernoud a registrar sus obras al sello Fermata. Uno de los directores indagó a Miguel desafiante ante la pregunta filosa de sí tenía un grupo. Emociona y pone la piel de gallina cuando el cantautor cuenta ese momento, donde afirma que sí y se lo puede oír diciendo: "yo siempre fui un propulsor de la verdad, pero la mentira la tengo en la punta de la boca para lo que haga falta, es una herramienta". Siempre culto, de una frase de Leopoldo Marechal del libro El banquete de Severo Arcángel: "Padre de los piojos, abuelos de la nada" sale el nombre de la banda que lo marcaría de por vida. A partir de ese momento comienza a girar todo en torno a Los Abuelos de la nada pero sin descuidar con detalle la descripción de Miguel como persona, amigo, compañero, esposo y padre. El transcurso que estuvo en la cárcel es visto de otra manera, revelando una anecdota de las ojotas que siempre tenía en sus shows. No todos sabían pero la poesía ocupó un espacio importante en la vida del músico, aquí eso se siente y nada menos que de su voz. Además, cuando ponen una canción en la pantalla le dan importancia a algunas palabras o frases admirables. El poema llevado a canción Buen día, día que da nombre a este documental va girando a lo largo de lo que dura este homenaje. Por suerte, Cucho y Eduardo están continuando con lo que arrancó Rodrigo Espina en Luca, la película de comenzar a darle importancia a los artistas que hubo y hay en el rock nacional. Calamaro y Bazterrica entonan sus canciones dedicadas a su amigo. Cuando se prenden las luces también se llena el alma de saber que ahora uno está consciente de quien fue Miguel Abuelo. Logran que la gente joven que no vivió esa época, se sienta un poco parte de esa historia. No solo hay que estar orgulloso de documentales como Buen día, día sino también de que Miguel Abuelo haya sido argentino. "No me lloren, crezcan", cierra Miguel despidiéndose del espectador, dejándolo al borde de la lágrima.






¿Donde podés verla?
-En el MALBA todos los viernes y sabados de enero a las 22 hs
-El 6 de febrero gratis en el autocine del Rosedal
-En el Cine Gaumont de Av. Rivadavia 1635 a las 15.50 o a las 21 hs.

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